MONTREAL. -DC United ingresó al campo del Stade Saputo saturado de urgencias. Bajo influencias de imponderables y avatares azarosos. Sobre vaivenes emocionales que lo sumergieron en irresolubles necesidades extremas. Sin embargo, su proverbial obsesión por la victoria se encontró con un entonado rival como CF Montreal que acentuó de manera definitiva todos sus problemas. Los del DC United ganaron 1 a 0 y avivaron la fiesta en la capital, pero al mismo tiempo acrecentaron el drama en la tabla.
Porque tuvieron a un joven desgarbado, de tronco largo y de melena colorada llamado Lewis O’Brien, que le cambió el panorama en el medio sector capitalino, y le bastó sólo una profunda intervención por el sector derecho, para vencer de manera inobjetable la valla de Jonathan Sirois.
Porque el estratega capitalino Wayne Rooney supo mover con acierto sus piezas, a diferencia de Herman Pablo Losada, a quien las modificaciones terminaron por traicionarlo. La victoria capitalina fue por demás justa, porque planteó un segundo tiempo inteligente y defendiendo el resultado, porque las variantes respondieron a las expectativas, y porque supo defenderse sin perder en ningún instante el orden.
El primer tiempo fue realmente anodino hasta que llego el tanto. Con argumentos repetidos y carentes de emoción. CF Montreal tuvo dinámica para recuperar la pelota, para hacer los cruces, para realizar las coberturas pertinentes, pero careció de orden adelante, no tuvo ideas para ingeniárselas colectivamente. Chinonso Offor, ubicado como atacante centro, no era apoyado por Bryce Duke, quien insistió en hacer las cosas a su manera, y fue rápidamente anulado junto a Ahmed Hamdi en el ataque de la casa.
DC United, por su parte, mantuvo una posición replegada. Buscó los contragolpes, pero tuvo arriba a dos atacantes combativos, generosos en despliegue, luchadores y persistentes, pero con ausencia de técnica y velocidad para aprovechar el espacio que dejaba la zaga local con Christian Benteke y Taxiarchis Fountas. Y apenas a un minuto de iniciado el complemento llegó el gol que tanto esperaba la hinchada capitalina.
Hubo un rebote en el área canadiense y ahí surgió el salvador de la noche O’Brien. El mediocampista acompañaba la jugada apenas tocó de zurda el balón e hizo el 1 a 0 que a postre sería el definitorio a favor del DC United.
Con la desventaja, CF Montreal sólo intentó no recibir más goles. Le resultaba imposible llegar al arco rival y el agotamiento ya habían minado la resistencia de los capitalinos.
Sin embargo, el providencial ingreso de Ted Ku-Dipietro y Chris Durkin modificó el panorama. Sobre los 87 minutos el mediocampista Fountas ingresó al área, le robó la posición a la zaga local, superó la pasiva marca de la zaga local y remató de derecha sobre el primer palo de Sirois. DC United comenzó a rodar la mejor de sus películas.
El estratega de CF Monteral volvió a equivocarse cuando sacó a Hamdi e hizo ingresar a Rida Zouhir. Recostó a Offor por izquierda, y subió a Duke junto a Aaron Herrera, cuando todos sabemos que el ataque local sufre mucho arriba, y más aún cuando no puede hacer sus ingresos desde tres cuartos de cancha. Como consecuencia la CF Montreal perdió fuerza en la delantera, y sus ataques carecieron de orden y de mayor trabajo colectivo.
En cambio, DC United le tomó el pulso al partido. Muy bien el zaguero Andy Najar y Russel Canouse en el fondo. Los capitalinos buscaron en el contragolpe la posibilidad de aniquilar el partido, y tanto Pedro Santos, el recién ingresado Canouse, como el mismo Christian Benteke se perdieron claras opciones de gol, por falta de capacidad en la definición, y también por la buena actuación del meta local Sirois.
DC United derrotó a CF Montreal y en forma justa, porque hizo un mejor trabajo, y porque descubrió a un equipo canadiense que volvió a mostrar una brecha abismal entre lo que expone y lo que interpreta en la Liga MLS. La semana empieza con fiesta en la capital de Washington DC. Estos son los puntos que al final sirven si uno pretende llegar con chances a las últimas fechas.
