EL MADRIGAL –Villareal CF funcionaba en la medida de las intermitencias que marcaban el ímpetu de Santi Comesaña, los chispazos de Ayoze Pérez, los disparos del ofensivo Pape Gueye y los arranques del argentino Juan Foyth quien ilusiono ‘El Submarino Amarillo’ a los 7 minutos de juego. Pero colectivamente, el engranaje no caminaba porque para ello es necesario más compenetración en equipo.
Por el lado del Real Madrid, el doblete de Kylian Mbappe con dos violentos zapatazos que metió a los 17 y 23 minutos del primer tiempo fueron el único argumento ofensivo a destacar. Los galácticos evidenciaron en el primer tiempo ser un equipo arrasador en ataque y flojo en defensa con jugadores como Fran García (lateral derecho) y Lucas Vásquez(lateral izquierdo) en posiciones que parecían desconocidas.
En el segundo tiempo, Carlo Ancelotti ordenó la salida del improductivo Raúl Asencio por el defensivo Antonio Rudiger y Brahim Diaz por Vinicius Junior la variante no funcionó porque el Villareal con Dani Parejo y Yeremy Pino estuvieron a punto de decretar el empate en los primeros 15 minutos del complemento.
La respuesta de Marceli García Toral fue inmediata, sacando al ya cansado Pape Guepe por Denis Suarez. Cuando se esperaba ver los movimientos tácticos, el partido ingresó a una incensaría etapa de amonestaciones en ambos bandos.
La casa empezó a encontrar huecos en la defensa galáctica. Uno de esos espacios fue aprovechado por Juan Foyth quien encaró en el área y buscó el segundo, pero su disparo se fue por encima del travesaño del meta Thibaut Courtois.
Se cumplían los 39 minutos complemento. Con el 2-1 en contra, Villareal decidió darse por perdido. Los chispazos de buen fútbol reemplazaron a las ganas en un Real Madrid y las ocasiones de peligro sobre la valla de Diego Conde eran menos constantes. A los 44 minutos, un centro de Jude Bellingham a media altura fue bien aprovechado por el recién ingresado Luka Modric quien conectó un pase con sabor a gol a Vinicius Junior quien no pudo definir.
El objetivo estaba cumplido. El 2-1 permitió a Carlo Ancelotti realizar dos variantes más que no le quitaron ritmo al equipo los últimos minutos. El Real Madrid se alzaba con una victoria que le permite ubicarse detrás del único puntero el Barcelona FC.
Como ya se ha hecho costumbre en los últimos años, los merengues pasaron del odio al idilio. No importa cómo. Lo que vale es que se ganó y eso, al final, es lo que cuenta…
