WASHINGTON, DC –Washington Spirit en casa le ganó categóricamente a Chicago Red Stars. Nada más, nada menos. Le dio vida a una tarde perfecta hasta con juegos pirotécnicos ante 17,065 espectadores que abarrotaron el Audi Field, y puso lo que su gente siempre quiere que ponga y decoró la tarde con dos goles perfectos de Heather Stainbrook, quien abrió la puerta de la victoria a los 31 minutos del primer tiempo.
¿Cómo no van a festejar si ya están en los playoffs y segundas en la tabla general con 53 unidades? ¿Qué más podían pedir?
Pero antes del análisis, antes de tamizar las cuestiones tácticas o estratégicas, emergen las imágenes, brotan las postales de esos segundos finales de éxtasis y explosión, de puños al viento y locura. Y ahí estuvo también adornando la victoria Makenna Morris a los 83 minutos del final con el milagro del triunfo, para sellar la gran fiesta en casa.
Y ahí está Trinity Rodman, arremolinando los brazos para que la gente de la capital no pare de soñar, señalando con el dedo al ‘Capitolio’. Y ahí está el puño apretado del estratega español Jonathan Giráldez con el pitazo final del árbitro, con el paso firme para ir a buscar el túnel, también estuvo ahí Casey Krueger apunta a la banca al grito de “¡Es para el ‘Espíritu de la Capital’, ¡es para todos!”, que tiene como destinatario a la hinchada que sufre, que se banca los 90 minutos en cada partido.
Y ahí está todo el equipo con la heroína de la tarde a nuestro entender Rosemonde Kouassi, (a pesar de la expulsión a los 70 minutos por agresión) con la camiseta del Spirit como sus ojos que lloran, que lloran sin parar “porque ese cierre con el gol de Makenna Morris nos hizo seguir soñando”.
Y ahí está la meta y capitán del equipo Audrey Kingsbury, golpeándose el pecho como si ya tuviera mil batallas, besando el escudo que decora su camiseta, señalando, vaya uno a saber qué estrella allá en el cielo.
Y ahí va Ashley Hatch, abrazando a Esme Morgan, tranquilas como si nada hubieran hecho, cruzando la cancha como si estuviera paseando por el jardín de su casa. Como si nada hubieran hecho.
Y ahí están todas, locas de la vida, saltando y riendo, listas a desparramar el carnaval de la victoria por las calles de la capital o simplemente la ciudad del ‘Amor Espiritual’.
¿Qué tuvo Washington Spirit para lograr esta victoria? Actitud ganadora. Quienes accedieron a la intimidad de aquel vestuario unido. Allí nació un juramento tácito: dejar la vida. Allí germinaron las decisiones trascendentes: poner todo ante Chicago Red Stars, para que llegaran físicamente a diez puntos y muy seriamente.
Esa actitud protagónica se plasmó con claridad durante los noventa minutos. Aun equivocando los caminos, Washington Spirit quiso más, propuso más, fue a buscar, se plantó bien arriba, corrió riesgos. En fin: se la jugó y ganó.
El estratega Jonathan Giráldez eligió la otra cara de la moneda. Puso en la cancha la clásica alineación 4-4-3. Cuatro defensoras: Casey Krueger, Tara McKeown, Gabby Carle y Esme Morgan despejando todos los contragolpes. Tres volantes de contención integrados en línea: Courtney Brown, Hal Hershfelt y Heather Stainbrook, y una tripleta de artilleras Makenna Morris, Rosemonde Kouassi y Ashley Hatchg. La idea era hacer el aguante y salir de contra. Pero la intención se quedó a mitad de camino porque el cuadro de Chicago no representaba ningún peligro.
Si algo le faltaba a la gente del Washington Spirit para creer que la victoria era posible, se vio al minuto final con lo soñado, hasta para la más fanática de las hinchas de la capital lo sintiera, que el sueño se hizo realidad. Washington Spirit dejó atrás una barrera altísima, en su camino hacia la consagración con dos triunfos perfectos en casa: la primera contra Racing Louisville FC 4-1 y el triunfo contra Chicago Red Stars 2-0 que la pone como una firme candidata al título tan deseado y soñado para la capital.
Pero eso, claro, será otra historia. La historia que palpitará a partir de mañana. La historia de hoy se festeja legítimamente. Ganó porque quiso ganar. Ganó porque se jugó entera. Y eso es lo mínimo que puede hacer un equipo que quiere ser protagonista en la NWSL…