WASHINGTON, DC -Sobre el césped solo quedó el sudor. El esfuerzo casi agónico por cambiar un panorama futbolístico que sigue siendo lamentable. Y tal vez eso sea lo más rescatable del DC United que se consume poco a poco: las ganas, los deseos. Porque el fútbol sigue en cero y sin solución a la vista y está perdiendo posiciones en la tabla y la sequía de fútbol quiere reemplazarla con el puro fervor.
Y pasan las fechas y el DC United sigue igual. Antes era la falta de gol. El miércoles pasado jugó y todo fue igual. Y eso no alcanza para que su gente mire con optimismo la clasificación a los playoffs cada vez más lejana.
El encuentro empezó con un silencio inmenso. Es que no se cumplía ni dos minutos, llegó un error imperdonable del zaguero Steven Birnbaum.
El capitalino se equivocó y no cubrió su área en un juego aéreo a Derrick Etienne Jr. El mediocampista enfrentó a Alex Bono y fue gol 1-0 a favor de Toronto FC. Los 19,215 espectadores que abarrotaron el Audi Field quedaron mudos. Prácticamente el DC United había entrado al campo perdiendo. Y ese silencio dio un marco casi tétrico a las intenciones del cuadro local.
Entonces todo se hizo más difícil. Porque si algo tiene el cuadro canadiense es la fortaleza de sus hombres y la incambiable idea de meter la pierna sin compasión en toda pelota disputada.
Las miradas fueron todas hacia Christian Benteke. El delantero local intentaba desequilibrar y ahora más que nunca lo veían como el salvador.
Pero el DC United tuvo mil problemas para administrar bien el balón. Pedro Santos fue ubicado como volante derecho y tuvo dificultades de perfil. Jackson Hopkins estaba desconectado de un Aaron Herrera al que Ted Ku-Dipietro seguía muy de cerca. Además, Jared Stroud bajó al medio para recibir balones y le quitó espacio a Mateusz Klich, que era quien debía cumplir esa función. El resultado fue que Christian Benteke quedó como único delantero.
Y entonces Toronto FC se las arregló para superar las intenciones del cuadro local. Y cada vez que contragolpeaba creaba zozobra. El hondureño Deybi Flores y el español Alonso Coello controlaban bien el balón y adelante el canadiense Deandre Kerr ratificaba que en verdad está en buen nivel. Y luego ganaron en marca con Raoul Petretta.
Recién sobre los 10 minutos DC United tuvo una ocasión para anotar. Ted Ku-Dipietro obligó al golero canadiense Sean Johnson a enviar la pelota al córner. Un minuto después le tocó el turno Christian Benteke y nuevamente Sean Johnsonvolvió a ahogar el grito de gol. Pero nada más. La gente seguía esperando el gol. Y nada.
Y la desesperación crecía en todos. En los jugadores, en Troy Lesesne, en la gente… El DC United perdía y Toronto FC se veía muy fuerte. Y cuando transcurrían los 33 minutos vino otro golpe cuando Raoul Petretta centro al italiano Federico Bernardeschi y solo frente al meta Alex Bono puso el 2-0 enmudeciendo la capital por segunda vez. Después del gol ya no surgían razones para creer en un cambio local.
En el complemento era el momento para que Lesesne realice algunas variantes. Se dio cuenta que Benteke estaba agotado como único delantero porque Tubbs se iba mucho a la volante. Así que hizo entrar a Jacob Murrel por Benteke, al chileno Martin Rodríguez por Hopkins y Kristian Fletcher por Santos. Ahora Ted Ku-Dipeitro tuvo el apoyo de Murrel y contó con libertad para desplazarse.
Pero ¿cómo podría venir el empate? Toronto seguía bien y ganaba todo por alto.
Es que a los 79 minutos Jered Stroud remata desde fuera del área, pero el meta Sean Johnson despeja el peligro, pero ahí estaba Ted Ku-Dipetro que le ganó la marca a todos los granadazos zagueros. Y su remate terminó en el arco del Toronto FC. Era el descuento 2-1. Y ahora había que ir por el empate y quizás por el triunfo. DC United no se amilanó, pero Toronto FC seguía siendo un rival muy duro.
Pero el DC United buscaba otro gol. El recién ingresado Gabriel Piriani se soltó y ahora corrió más. Lucas Bartlett -aún lejos de Jacob Murrel que todos alabaron- puso lo suyo. Ganas y trajín. Los argumentos que el equipo de Lesesne pusieron sobre el césped del Audi Field para lograr un triunfo. Y luego en una imprecisión de Nicksoen Gomis dentro del área chica barre a Garrison Tubbs, acción que le costó la segunda amarilla y la expulsión, minutos antes su compañero Federico Bernardeschi también encontró el mismo camino.
La pena máxima lo cobra el más experimentado Mateusz Klich con la tranquilidad que lo caracteriza envía el balón al fondo de las redes ante la mirada de la visita para el 2-2 a los 95 minutos del final. No fue justo, pero en esta vida los goles son amores.
Pero nada. Al final el DC United solo empato, pero no tenía claridad. Sólo ganas. Y ante un rival como el Toronto FC que ocupa la sexta posición con 24 unidades eso sirve de poco.
Y apenas quedó el esfuerzo. El sudor en el campo y las ganas. Pero en fútbol sigue el cero. Y a una semana de enfrentarse al Charlotte FC no ilusiona a nadie…
