EL WASHINGTON SPIRIT AMENAZA
“Nos estamos mentalizando, porque nuestro objetivo por ahí. Nos estamos preparando para hacer las cosas bien, porque tenemos que estar arriba, y que los demás equipos se preocupen por nosotras. La meta es el campeonato NWSL este año, no sirve otra cosa”. La frase amedrenta un poco, y más viniendo de una de las referentes del equipo capitalino Trinity Rodman. Parece estar gestándose algo fuerte. Se respira en el aire del Audi Field en Washington DC, fuerte del cuadro capitalino. En los pasillos, uno se cruza con Hal Hershfelt, con Croix Bethune, con Andi Sullivan, con Aubrey Kingsburry, con Ouleye Sarr, con la misma Trinity Rodman, con el técnico español Adrián González y uno piensa: algo esta pasando.
Es así. Quizás por eso el Washington Spirit madruga y en serio: A las siete de la mañana el plantel se despierta, las jugadoras toman un jugo y a las siete y media están entrenándose. Hasta las diez. Después sí, el esperado desayuno tradicional; enseguida, el gimnasio para hacer algunas pesas y luego una charla técnica.
A la tarde, claro, otro entrenamiento y finalmente un partido de práctica. Esto se llama, simplemente triple turno.
EL WASHINGTON SPIRIT PROVOCA
Envidia a los catorce técnicos, bronca a los hinchas rivales, inquietud a los catorce equipos rivales y desesperación ganadora a las hinchas locales.
El encuentro comenzó con un ligero dominio de la visita en una jugada a los 16 minutos dentro del área local Verónica Latsko remata el balón, pero es controlado por la meta capitalina ahogando el grito de gol, minutos más tarde un desborde de Tziarra King remata pero vuelve a ser controlado por la guardameta capitalina, y cuando transcurrían los 21 minutos Ouleye Sarr habilita un pase a Croix Bethune quien desde fuera del área revienta las redes para marca el 1-0 y la euforia total.
Washington Spirit ya ganaba el encuentro, pero Seattle Reign FC trata de reaccionar en una jugada Olivia Van der Jagttira desde fuera del área y su remate choca en el travesaño del equipo local.
Mas tarde Andi Sullivan habilita a Trinity Rodman está dentro del área es derribada por la meta Laurel Ivory, acción que es sancionada con la pena máxima por el juez central. La falta es ejecutada por Andi Sullivan quien puso el balón al ángulo derecho de Laurel Ivory a los 39 minutos para el 2-0.
Seis minutos después las locales se van con todo sobre la visita y cuando transcurrían los 45 minutos Croix Bethune saca centro para Ouleye Sarr quien de cabeza tras un ligero salto pone el 3-0 y la euforia total de toda la hinchada capitalina.
A pesar de la goleada la visita intenta descontar el marcador y viene su recompensa a los 50 minutos de tiempo adicional cuando Phoebe McClernon centra para Verónica Latsko quien de cabeza y sin marca puso el 3-1.
Para el complemento la visita trata descontar el marcador, pero las locales se defendían con una Casey Krueger inspirada y faltando poco para terminar el encuentro a los 90+6 minutos en una jugada de Jess Fishlock le pasa el balón dentro del área a Emeri Adames para el 3-2 dejando las cifras definitivas.
EL WASHINTON SPIRIT ATACA
A su nueva historia. A sus nuevos recuerdos. A sus nuevas amigas y a la ansiedad por salir a la cancha las carcome, las ganas de tener enfrente al Seattle Reign FC y derrotarla 3-2, a Utha Royals FC el 8 de junio, al San Diego Wave FC en la décimo tercera fecha en casa, la sacude. Y la estampa ganadora y perturbadora de Croix Bethuine quien se sigue consolidando como la nueva sensación y ve en esta nueva etapa su gran posibilidad tras el golazo a los 21 minutos; Andi Sullivan, quien saca pecho y dice. “Este tiene que ser nuestro año, nos tenemos que consagrar”. Y así todas.
El Washington Spirit: ¡Amenaza! ¡Provoca! ¡Ataca!
Ahora solo quieren campeonar, así lo sienten, así lo gritan Aubrey Kingsbury, Casey Krueger, Annaig Butel, Tara McKeown, Gabby Carle, Croix Bethune, Andi Sullivan, Hal Hershfelt, Kate Wiesner y Trinity Rodman todas de la mano del estratega español Adrián González.
La pasión no termina en los entrenamientos, la pasión termina a los 90 minutos de cada encuentro, la sorpresa tendrá el mismo rito, la misma ceremonia sobre el engramado, la misma sonrisa y el grito de gol de esos 11,551 hinchas que sufren y lloran por su equipo…
