CHESTER, PA. -Si no, que lo digan los 18,500 aficionados de ‘The Union’ que se mezclaron con hinchas rosados en el Subaru Park y que empezaron a empalagarse con el mejor fútbol que viene desde el fondo de la historia de la MLS, cuando la magia del argentino Leonel Messi metió un centro medido desde la izquierda para Sergii Kryvtsov este se la puso precisa al venezolano Joset Martínez y produjo un gesto técnico de aquéllos, cuando metió un golazo dejando sin opción a su marcador y solo de cara al arquero André Blake quien se puso un poco nervioso, cruzo un derechazo contra el segundo palo y salir gritando de frente a la barra de la unión.
Era 1 a 0 a los 3 minutos. Era 1 a 0 lapidario y la amenaza cierta de un festival adornado con goleada. Era 1 a 0 y un Philadelphia Unión atónito que no sabía dónde estaba parado.
Porque Inter Miami estaba haciendo un festín a las espaldas del español Sergio Busquets Burgos, y tenía todo servido para subirse al techo del gran final amparado en la misma contundencia feroz que fue jalonando su tránsito contundente y goleadora por la Leagues Cup 2023.
Nunca se bajó de conquistas en conquista, le hizo dos al Cruz Azul de México de visita, le encajo cuatro al Atlanta United, tres al Orlando City, casi se le va de las manos la clasificación con el aguerrido Dallas FC, pero saliendo airoso en penales y finalmente le clavo cuatro al Charlotte FC, logrando un promedio espectacular para la Leagues Cup cada noventa minutos y ahora cuatro en su casa al Philadelphia Unión.
El escenario del Inter Miami futbolero estaba armado para que el ballet se luciera de la mano de Leonel Messi y sus amigos; para que humillara a un rival que parecía entregado desde el mismo arranque y sellara una diferencia contundente y pasar a la final sin ningún pretexto, y dejar atrás a Philadephia Unión, una barrera psicológica que en la vida del equipo de la ‘Declaración de la Independencia’ es fundamental. En ellos, en el interior del plantel que quería ganar la Leagues Cup, el rival a vencer era el nuevo Inter Miami y no Querétaro FC.
Pero cuando la coreografía estaba perfectamente armada –incluidos los pesados bailarines enemigos, que superan los seis pies de altura, como Diego Busquets Burgos y Sergii Kryvtsov, y se afirmaban bien en el escenario, capaces de poder habilitar a los más correlones al venezolano Joset Martinez y Robert Taylor, verdaderos expertos en el arte de dejarla en el fondo de las redes, sobre todo Leonel Messi, que se desliza sobre el campo como si lo hiciera sobre una nube invisible.
Surgió un Inter Miami ante un Philadelphia Unión apático, con un conductor como Daniel Gazdag, esta vez lento y dos puntas como el Jesús Bueno y Chris Donovan, incapaces de generar una sola situación de gol durante los noventa minutos, ¿de qué será capaz el Inter Miami en el que dibuja Leonel Messi y factura el español Diego Busquets Burgos? El fútbol es matemática pura, y en él no funciona el carácter transitivo, pero después de ver al equipo del Gerardo ‘Tata’ Martínez contra Philadelphia Unión, la conclusión surge inmediatamente:
Y lo comprobó Philadelphia Unión en carne propia, en tres minutos de la desorientación más absoluta.
A los 20 minutos, cuando un zurdazo el argentino de Leonel Messi para el 2 a 0 para la alegría total de su nuevo público, y cuando un centro de Robert Taylor para el defensor Jordi Alba quien remata de zurda para el 3 a 0 lapidario y sin tener la más mínima oposición de la zaga en estos tres certeros remates, se aprovecharon de la floja respuesta del meta André Blake.
Y en el complemento a los 73 minutos, reacciona el equipo de la unión cuando el anunciado centro desde la derecha fue empalmado de primera por Alejandro Bedoya para reventar la red del meta rosado Drake Callender, antes de unir sus palmas abiertas y manifestarle a la hinchada local, en una suerte de rezo pagano para el 3 a 1 y una pequeña esperanza. Los hinchas de Philadelphia Unión también estaban entregados a la oración, porque ya se estaban dando cuenta de que su equipo, en apenas sesenta metros de terreno, pasaba fantasmagóricamente la escala de la desesperación. Sin paradas intermedias, con la insolencia de un contraste brutal.
Inter Miami encendió luces verdes individuales y colectivas. Porque es cierto que mientras haga cuatro, mucho menos le interesará que le metan uno.
Fue como si se le hubiera caído encima toda la responsabilidad de cumplir con el sueño: jugar como titular. Leonel Messi“Yo no vine al club de relleno, ni a sentarme en el banco para cobrar un premio. Quiero pelea, porque me siento capacitado. Claro que la única forma de dar batalla es lograr el campeonato. A mí siempre las cosas me costaron mucho, así que no me voy a dar por vencido así nomás, ahora solo nos queda pensar en el último partido”. Claro que después de la presentación, la impresión brindada fue precisamente la magia del rosarino.
Ganó Inter Miami, y como lo sabe hacer con goles, pero gano y sigue su viaje, ahora ya está en la final y enfrentara al aguerrido Nashville SC que hizo lo propio con los Rayados de Monterrey al derrotarlo 2 a 0 y se enfrentaran el próximo sábado 19 de agosto. Su momento no es un espejismo, es una realidad. Los rosados no se caen y fecha a fecha ratifican que son protagonistas para el título de la mano de su estrella Leonel Messi.
El triunfo de Inter Miami ahora dirigidos por Gerardo ‘Tata’ Martino, les permite seguir en carrera con el pie derecho y alimentar la ilusión de los 441,003 mil de habitantes de la “Ciudad Mágica” que quieren ver al cuadro rosado levantar la Leagues Cup ‘23, y soñar no cuesta nada, pero vivirlo es su realidad…