Santa Clarita FC le ganó ante 1,000 espectadores. Le arruinó la continuidad, lo superó con altura y gran convicción.
MONTGOMERY. -Los roles están a contramano de la historia reciente del fútbol local. Acostumbrado a mirar desde arriba ahora Liverpool corre descontrolado y mira desde atrás, pierde, empata, gana con lo justo, mantiene la distancia y ya no apuesta al milagro porque ahí apareció un equipo santo. Un concepto claro que se desprende de esta eliminación en semifinales del torneo apertura de la Liga Internacional de Montgomery.
Demasiado, sí, demasiado el compendio exacto de lo que significa armar la artillería desde el fondo del Liverpool. La batuta la toma Jeffrey Ramos, quien sale con la pelota, que es hábil y va siempre para adelante, pero que no siente la función del dos clásico: traslada de más, casi no usa la zurda, no “lee” el juego con la sabiduría de José Reyes.
Al final aparecieron ‘Los Santos’ con una variante que suele utilizar el técnico para compensar esa falta del fútbol local, fue retrasar a Rudy Canales y Abner Canales al fondo. Sus talentos siempre están bien recibidos, lógicamente, pero al fondo aún le falta un poco de continuidad, consistencia, oficio y hasta físico para soportar los embates de la suerte o la mala suerte, de las circunstancias imprevisibles y hasta de la categoría de sus integrantes.
Con actitud positiva, clara, un equipo es nada, o poco. Santa Clarita FC tiene eso, en esta etapa de calidad menguante, y con eso sobrevive. Lo comprobó el Liverpool en los cuartos de final, dominador intelectual del juego durante ciento diez minutos, dueño del desarrollo al vaivén de los toques de Alexander Chávez, las gambetas picantes de Héctor Paz autor de uno de los goles y su pase a la gran de final, la movilidad con criterio de Elías Ramírez y el desborde de Eliú Álvarez. Con ellos y la tendencia colectiva de presionar al Liverpool en el arranque, tras el descuento de Oscar Dávila eligió tiempos y espacios, asimiló la desventaja inmerecida, noqueo por maduración y apareció a punto de quedarse con todo, claro y de entrar a la final contra Guaro y Humo el próximo sábado 1ro de julio. Santa Clarita FC lo hizo, claro, y lo pagó como suele hacerlo desde hace meses. Con esto al Liverpool se podría decirse que murió por ser incapaz de matar frente al arco del héroe y villano el meta Mario López, y ésa es una ventaja exagerada para el equipo Santa Clarita FC de los conjurados optimistas. Y hoy los ‘Los Santos’ pasan a la corte de los milagros…