Este es el fútbol que le gusta a la gente…

WASHINGTON DC. -DC United sigue sumando. Se impuso categóricamente 3 a 0 al Charlotte FC en casa, y se recupera tras un mal comienzo, confirma su autoridad y suma en la tabla. Pero no sólo gana. También crece en recursos, en concepto colectivo y en juego. Vamos a ser sinceros: el prejuicio siempre estuvo instalado. “Con o sin Razón”. Pero ahí. En la piel de los 19,215 hinchas capitalinos que no dejaron de alentar los 95 minutos de juego. Como una mancha. Como una afrenta. Como una lacerante puñalada. El folklore futbolero suele resumirse en algunas palabras reveladoras: “Al hincha capitalino le interesa ganar como sea y si es con tres goles y por goleada, mejor”. 

La calificación, obviamente, acreditaba una dosis considerable de desprecio hacia el juez central Ismir Pekmic quien peco de ineficiente. Quizás también de burla e ironía. En definitiva, un estigma difícil de quebrar que recorrió el espinel de la historia, sostenido en algunas verdades puntuales y en una larga variedad de mentiras. Pero como reza la mítica canción de la banda de rock argentina Vox Dei —“todo tiene un final, todo termina”— este DC United de Wayne Rooney, más allá de borrar en casa al Charlotte FC por 3 a 0, de recuperar su marca de partidos invicto, tres por la Liga MLS y uno por la US Open Cup de estar sumando con una autoridad que impacta, provocó en el umbral del siglo una movida esencial: juega el fútbol que le gusta a su gente. Pero no sólo a la gente del área metropolitana: también al extrapartidario, al imparcial, al que no goza y sufre por otros colores, por otra camiseta. 

El gran reconocimiento se puso en marcha recién en la octava fecha frente al CD Montreal con la mínima diferencia, luego hizo lo propio con Orlando City con un categórico 3 a 1 y como para soñar el miércoles pasado por la US Open Cup ante el Richmond Kickers hizo lo propio 1 a 0. 

Será que nuestros recuerdos se transportan al domingo 20 de octubre de 1996 cuando Deporte Gráfico estuvo presente en la gran final de la 1ra Copa MLS y el DC United noqueo al Galaxy con tres impactos paralizantes esa vez liderados porJohn Harkes y Marco Antonio “El Diablo” Etcheverry promoviendo lecturas demasiado generosas. 

Por estos días los festejos son distintos propios y escepticismos ajenos, desde su austeridad y simpleza, Rooney aclaraba: “Ahora hay que reconfirmar”. La reconfirmación reclamada se gestó de inmediato en la cancha. 

Nadie durmió esta vez. Nadie vivió de recuerdos. Las aventuras y los nuevos asombros estaban en línea de largada. El disparador natural fue Taxiarchis Fountas, quien abrió las puertas al triunfo y lo tienen como un protagonista muy potente. Hoy DC United se impone con su vieja bandera de la garra consumada —no existe ningún buen equipo que no contemple ese plus—, pero a ese factor que también es actitud, valor y determinación, le sumó riqueza de maniobra, oferta de juego, concepto colectivo y desequilibrio ofensivo gozoso.

Pero otra vez, mostrando su enorme olfato de gol como aquella noche ante Orlando City, el congolés Christian Benteke– a los 75 minutos después del gol de Fountas- se encargaría de poner el resultado a favor de los capitalinos. El congolés estiro su cuerpo a 90 grados con la vertical elevando las piernas hacia adelante empujo el balón de “chalaca” en forma sutil al fondo de las redes que dejó sin ninguna chance al portero G. Marks para el 2 a 0.

DC United siguió haciendo lo suyo, rotando el balón en forma criteriosa y buscando la profundidad en las arremetidas de Benteke y Lewis O’Brien, quienes rompieron cuando quisieron a la defensa visitante.

Es así, que a los 95 minutos del final el juvenil Jacob Greene se encargó de marcar el tercer gol capitalino que le dio la tranquilidad necesaria al cuadro de Rooney.

DC United por eso gana y convence. Gana y estimula. Gana y sigue apurando su crecimiento. Porque deja algo. Porque no se conforma. Y por supuesto, porque trasciende la chapa del resultado. Ese es el mérito superior del equipo. Instala un mensaje a su gente…

Su primer gol

Juvenil Greene, acepta que vive el momento más feliz de su vida.

Apenas tiene 20 años y una ilusión enorme. Ingresos a los 87 minutos del partido en reemplazo del hondureño Andy Najar. Y fue quien regaló a la hinchada capitalina el tercer grito de gol. Jacob Greene, una promesa que quiere ser realidad y que anotó su segundo tanto con la camiseta “Negra & Roja”. Un momento indescriptible que compartió con la afición.

Sin embargo, admitió que quiso enviar un centro y no rematar al arco. “Para mí fue la mayor alegría de mi carrera como jugador siendo defensa. Recibí el balón de Lewis O’Brien y pensé en mandar un centro, pero me salió al arco. El golero G. Marks se sorprendió y cuando observé que la pelota ingresaba al arco quise gritarlo con todas mis fuerzas”, señaló.

Comentó que “el partido fue difícil porque Charlotte FC tiene jugadores de nivel y oficio. Se nos complicó en la primera parte, pero siempre fuimos al frente y el triunfo fue el premio a esa intención”.

“Sé que soy joven. Pero quiero ganarme un lugar en el equipo titular. Fui producto de la Academia United y defensor del Loudoun United FC en la USL y con el DC United también quiero hacer goles. El de hoy fue el más importante de mi vida y espero seguir convirtiendo y lograr un puesto en el equipo principal”, indicó.