New England Revolution de visitante venció 2-1 al DC United
WASHINGTON DC. –Ya ni la suerte está a su favor. Esa que muchas veces le salvó la tarde, el sábado pasado se le tornó nublada al DC United. En una fatal actuación, el equipo capitalino cayó por un estrepitoso 2 a 1 ante el nuevo puntero de la liga el New England Revolution. Vergonzoso, se le mire por donde se le mire.
Y no se pretende desmerecer lo actuado por New England, a todas luces un justo vencedor, sino intentar buscarle una explicación al accionar del equipo capitalino que parece que no están contentos con su entrenador y hacen hasta lo imposible para “desprestigiarlo”.
Si DC United, pensó que su antagonista saldría con respeto, se equivocó. New England Revolution se impuso en encuentro jugado en el Audi Field ante 16,509 espectadores que se fueron decepcionados, ya que desde los primeros minutos se olvidó que era local para irse al ataque, forzando jugadas peligrosas ante la total desarticulación de la defensa “revolucionaria”.
Muchos dirán que el culpable es el técnico asistente Peter Schuttleworth. Pero, francamente, es “actitud” en los jugadores. Es que muchos ya aseguraron su jubilación al firmar por el DC y les importa muy poco si el equipo gana, pierde o termine humillado. Total, los jugadores saben muy bien que así estén últimos en la tabla nunca dejarán de cobrar. La jornada inolvidable del New England Revolution nos dice que lo actuado por sus futbolistas es para resaltarlo con letras grandes demostró que atraviesa por un extraordinario momento y que marcha favorito para convertirse en uno de los protagonistas de la MLS.
El nerviosismo del arquero Tyler Miller se desnudó cuando un balón aéreo fue tomado en forma imprecisa, resbalando por sus manos y quedando a tiro del rival, pero la reacción del defensa Steven Birnbaum le permitió despejar fuerte para sacarlo de la zona de peligro.
A los 44 minutos de la primera mitad se rompe el empate a favor de la casa. Ruan llegó sorpresivamente para habilitar al atacante Christian Benteke tras un remate potente de derecha al corazón de la visita puso el balón al fondo de las redes del “paralizado” Djordje Petrovic, el balón ingreso por el ángulo superior izquierdo. Un golazo, el 1 a 0 que se pintaba en el coloso del Audi Field.
En el complemento una esporádica reacción de los capitalinos provocó ciertas situaciones de gol, desperdiciadas en forma inconcebible cuando los delanteros estaban solos frente al buen arquero Petrovic.
La visita mantenía el ritmo inicial. Se apoderó del mediocampo para llegar en forma contundente al área capitalina.
Sobre las postrimerías de la etapa complementaria cuando transcurrían los 63 minutos el recién ingresado, Carles Gilpreciso en la anticipación del balón, recuperó en forma impecable para servir a Gustavo Bou, saliendo pegado al flanco derecho puso el empata ante la mirada atónita de toda la hinchada y la banca capitalina.
New England intentó. Buscó aumentar el marcador y creó innumerables ocasiones ante un DC United confiado que jugó con mayor discreción, como defendiendo el empate.
Los locales necesitaban cambios que le dieran mayor dinámica a la zona medular. Se “oxigenaron” con los ingresos de Taxiarchis Fountas, Nigel Robertha y el argentino Yamil Asad, pero terminaron arrinconados en su zona defensiva.
Este accionar disminuyó las posibilidades de los pupilos del estratega local. Cubrir el espacio dejado en la defensa les cortó opciones para salir con facilidad al ataque ordenadamente.
New England sacó provecho a este momento de incertidumbre. Llegaba con facilidad, como si se encontrarán en su casa siendo la visita.
El mediocampista revolucionario Noel Buck, uno de los mejores hombres en el campo, quería cerrar con broche de oro su presentación… a los 88 minutos del complemento una salida en profundidad desde el mediocampo culmina en un potente remate del volante, que estrelló el balón al fondo de la redes -pie que no domina-, ahogando las gargantas de los 16,509 capitalinos que llegaron para alentar a su equipo era el 2 a 1 definitorio.
Y los capitalios siguen en trance. Mientras tanto, en el ambiente vuelve a flotar la misma pregunta, aquella que prevé el triste futuro que alguna vez condenó al DC United al fondo de la tabla: ¿Acaso los jugadores del DC United no le estarán haciendo la “camita” al técnico?