EAST RUTHERFORD, NJ –El primer título de la historia para el Chelsea FC, y la primera confirmación del equipo del italiano Enzo Maresca como el mejor club del mundo. Más allá del triunfo ante los UEFA Champions Paris Saint-Germain por 3-0, este club ha sido jerarquía, orden, astucia, contundencia y gol. Y merece lo que tiene. Ya está, es el primer campeón Mundial de Clubes FIFA 2025.

Finalmente, campeón como le gusta a Enzo Maresca y a sus jugadores. Irrebatiblemente campeón, en esta fiesta rara de allá abajo, abrazados al título cerca del Presidente de Estados Unidos Donald Trump.
Por la consecuencia en el trabajo y esas banderas azules que ahora se agitan olvidando lo inmediato para quedarse con lo más profundo -el título como los mejores del mundo- Campeón.
Y por tener a los artilleros como el brasileño Joao Pedro, al portugués Pedro Neto, al guardameta español Robert Sánchez al cuidado de la portería, por tenerlos tantas veces más allá de los 90 minutos. Por las convicciones de la plantilla y sus decisiones. Por la capacidad probada para aprovechar ventajas y disimular desventajas, cualidad que resultó sostén del primer campeonato en su historia y de sus triunfos cuando dejo en el camino a sus oponentes. Por todo y la pasión. El azul de los 81,118 “The Pensioners” que abarrotaron el MetLife Stadium de New Jersey. Tronaron los gritos también, y los cantos, apagados un rato frente a la gracia y la contundencia del rival de turno.
La final fue toda magia. Este triunfo no podía cuestionar tantas victorias.
Mientras que PSG sepultó la última pizca de su propia esperanza y coronó a su adversario de turno, antes de empezar. Sepultó el partido que iba a jugarse en 45 minutos, también, porque el fútbol tiene códigos, parámetros: a más dificultad, más euforia; a más dolor o sufrimiento, más alegría. Los jugadores, la gente y algo más.

La Copa Mundial de Clubes FIFA ya tiene dueño, el Chelsea FC y lo alcanzo con toda naturalidad, los hechos del domingo 13 de julio 2025 lo avalaron crudamente: Paris Saint-Germain jugando los peores 90 minutos, superado, sin gozar ni un retazo de la suerte que supo acompañarlo con frecuencia.
Y así lloró, aparentemente humillado por un resultado que atacaba su orgullo, y su destino.
Y así, impotente como nunca para el gol, incluyendo los remates desperdiciados por Ousmane Bembele y el experimentado capitán Marquinhos.
Y así, descontrolados Fabian Ruiz y Vithina, perdidos en el terreno Joao Neves y Khivicha Kvaratskhelia, sin rumbo fijo.
Y así, atrapados por el toque, la dinámica y la magia del mediocampista inglés Cole Palmer, el argentino Enzo Fernández, el portugués Pedro Neto y el ecuatoriano Moisés Caicedo, el “Todoterreno”.
Y así la pago, a la larga el PSG. Nada puso, como es costumbre en su objetivo. Nada. Ni este cachetazo que le pintó un rubor en la mejilla de fuego.
Solo bastaron 45 minutos para que la Fiesta fuera entera. También brillo. Mientras tanto, vale repasar lo conseguido por “The Blues” y cómo se consiguió. Desde el origen allá en 1955 cuando ganó su primer gran trofeo nacional, el campeonato de Primera División. Desde la titularidad para el español Robert Sánchez el mejor meta de la final, el español Marc Cucurella y Levi Colwill, en la maduración progresiva en la zaga, los resultados fueron llegando de la mano de una solidez que completó Cole Palmer con su inserción en el ataque.

Y la concepción cerebral del equipo, siempre ha tenido que tomar los riesgos justo en los momentos adecuados, hasta llegar al dominio nítido en el fútbol mundial con argumentos que no parecen inabordables: Lógica, Orden, Responsabilidades repartidas, Solidaridad, Goles y Sentido común.
Sin desbordes, sin exageración, con algo de frialdad desde la prolijidad más absoluta, con la fiesta, su calor, su corazón como bandera y la magia del fútbol se calzó al Chelsea FC la corona de campeón indiscutido de la primera Copa Mundial de Clubes FIFA 2025 y que más pueden pedir los “The Pride of London” si lo festejaron junto al hombre más poderoso del mundo el Presidente de Estados Unidos Donald Trump, la fiesta está en su esplendor no importa el resultado las familias, los hinchas así lo sintieron, así lo vivieron, lo único que querían era ver a sus ídolos levantando la primera Copa Mundial de Clubes FIFA el resto ya es historia…