NEW YORK CITY –Las ilusiones y los sueños de terminar la temporada regular de la MLS con una victoria se hicieron realidad para el Seattle Sounders FC al derrotar en su propia casa al New York City FC, 2-1 y ante 24,832 espectadores celestes que abarrotaron el Citi Field y no es para menos.
Seattle fue el equipo dominador durante los noventa y cuatro minutos de juego. Fue el conjunto que creó las mayores jugadas de peligro, por eso al final fue el equipo que derrotó al New York City FC, que –contrariamente a lo que se esperaba– presentó un conjunto, sin vocación ofensiva, [quizás porque ambos equipos ya están clasificados a los playoffs] y, sobre todo, con una excesiva confianza de sus jugadores.

Sin duda los neoyorquinos quisieron hacer un partido de trámite que se les fue de las manos.
Con este panorama el Seattle Sounders FC se dedicó a controlar el balón, esperando el momento oportuno para liquidarlo, ya que es un cuadro que no baja los brazos.
Fue así que se produce a los 61 minutos un tiro libre de Albert Rusnak, quien le da cierta curva y allí es donde aparece la cabeza de Jordán Morris para colocarla suave lejos del alcance del meta Matt Freese. La explosión de júbilo no se hizo esperar entre los pocos aficionados del Seattle Sounders FC, pero enmudeciendo a los 24,832 espectadores neoyorquinos.

Luego vendría el empate de Nicolas Fernández a los 82 minutos. La paridad tampoco valía, por eso los dirigidos de B. Schmetzer se fueron en busca del triunfo, por intermedio de Danny Leyva quien cobra un tiro de esquina para Jackson Ragen quien de cabeza marcaría el tanto triunfal 2-1, en su clásico desborde por el centro del área buscó el balón, con la diosa fortuna y el viento a su favor, pues la redonda se incrustó en el ángulo superior de Matt Freese a los 87 minutos.
Los visitantes basaron su accionar en la inspiración del argentino Pedro de la Vega y el colombiano Jesús Ferreira. Fue precisamente el argentino quien en tres ocasiones exigió al meta Matt Freese, quien estuvo muy atento a los requerimientos y evitar una goleada.

Mientras que el guardameta visitante Stefan Frei, a los 92 minutos del periodo final, salvó a su equipo del empaté al rechazar el esférico de la línea.
Al parecer, los neoyorquinos se dieron cuenta que contaban con hombres con la suficiente capacidad para ir al ataque con peligro. Pero ya era tarde, los intentos fueron en vano y la llamada marea verde terminó el cotejo derrotándolo en su casa.
Con esa actitud, en una palabra, derrota. Nada es más importante que eso para un equipo que quiere más, por encima de planteos tácticos adecuados o no, de la suerte o la mala suerte, de las circunstancias imprevisibles y hasta de la categoría de sus integrantes.
Sin actitud positiva, clara, un equipo es nada, o poco. New York City FC tiene eso, en esta etapa, y con eso sobrevive.

Lo comprobó Seattle Sounders FC, dominador intelectual del juego durante el complemento, dueño del desarrollo el vaivén de los toques del eslovaco Albert Rusnak, las gambetas picantes de Jordán Morris autor del gol, la movilidad con criterio de Danny Leyva y el desborde de zaguero Jackson Ragen autor del triunfo.
Con ellos y la tendencia colectiva de presionar al New York City FC en el complemento, el conjunto de B. Schmetzereligió tiempos y espacios, asimiló la desventaja inmerecida, noqueo por maduración y se quedó con todo, claro entro con los ocho mejores a los playoffs en la Conferencia del Oeste. Lo hizo, claro, como suele hacerlo desde hace meses.

Con esto New York City FC se podría decirse que murió por ser incapaz de matar a pesar de estar clasificado a los playoffs, y ésa es una ventaja exagerada para el equipo de los conjurados optimistas. Y hoy pasa a la corte de los milagros…