HARRISON, NJ –New York Red Bulls, no le sobró nada, necesitó del capitán Emil Forsberg a los 97 minutos del tiempo adicional para poner los paños fríos al cuadro de la MLS tras un tiro libre rasante y descolocando al meta del Chivas de Guadalajara José Rangel desde fuera del área dio la victoria al cuadro neoyorquino agónicamente por la mínima diferencia.
Pero al margen de esas circunstancias propias del juego, el equipo local crece en confianza, se hace solidario, se sobrepone a los errores, cree en sí mismo cada día más. Lucha, corre, juega cuando puede, sufre con su gente que vino apoyarlo al Sports Illustrated Stadium, pelea, respira y sueña.
¿New York Red Bulls quiere más?
Curiosa esta nueva versión del New York Red Bulls en la League Cup 2025, el que quiere más. El de las goleadas impiadosas y frecuentes. El del que anhela un título. El que busca la gloria. Aquel equipo a veces vistoso y contundente, seguro de sí mismo, intérprete del fútbol unánime y sin tiempos que jugaba casi siempre, corría porque se juega corriendo, simplemente. Ahora cambió.
Y tanto. Y en un lapso tan breve en la League Cup. El viejo protagonismo del venezolano Wiki Carmona o de Peter Stroud que lo asume, el de Mohammed Sofo, con su orgullo a cuestas. Las garantías inviolables que extendía la portería de AJ Marcucci quien reemplazo al paraguayo Carlos Coronel, y la defensa con los hermanos Sean Nealis y Dylan Nealis, apoyados por el canadiense Raheem Edwards, a ver qué pasa.
Los gritos innumerables que originaron del ganes Ronald Donkor, Tim Parker y especialmente de Emil Forsbergcuando ingreso al campo, pasea de nombre en nombre, buscando un destino confiable. Todo es más difícil. Todo cuesta más. Seguir, ganar, creer en la League Cup 2025.
Después de la última derrota ante el colero Chicago Fire 1-0, alguien reaccionó sin sonrisas, del verano reciente y la pesadilla reiterada que encarna Chivas de Guadalajara, del pésimo comienzo en la League Cup, alguien reaccionó. Alguien —tal vez el entrenador Sandro Schwarz, tal vez los propios jugadores—. Y New York Red Bulls salió, va saliendo de su letargo y evitando la vergüenza deportiva de ser eliminado de la League Cup.
El asunto es cómo llega y la explicación no resulta demasiado misteriosa: con Fervor, con Fe en las fuerzas, aunque sean menos que antes. Con entrega absoluta. Con la convicción renovada del alemán Eric Maxim Choupo-Moting, otro abanderado del cuadro rojo, del artillero Julián Hall, jugando bien o mal, de Serge Ngoma y Kyle Duncan cuando les toca estar en la cancha y con actitud, en una palabra.
Nada es más importante que eso para un equipo que quiere más, por encima de planteos tácticos adecuados o no, de la suerte o la mala suerte, de las circunstancias imprevisibles y hasta de la categoría de sus integrantes.
Pero que le paso a las Chivas de Guadalajara sin actitud positiva, un equipo es nada, o poco. El ‘Rebaño Sagrado’ tiene eso, en esta etapa de calidad menguante, y con eso sobrevive en la League Cup. Lo comprobó New York Red Bulls en la primera fase, dominador intelectual del juego durante casi todo el complemento, dueño del desarrollo, del vaivén de los toques de Rafael Mosquera, las gambetas picantes del ganes Ronald Donkor, y la movilidad con criterio de Julián Hallantes de ser reemplazado.
Con ellos y la tendencia colectiva de presionar a Chivas de Guadalajara en el arranque, el conjunto del estratega Sandro Schwarz eligió tiempos y espacios, asimiló la desventaja inmerecida, ganó por maduración para quedarse con todo. Lo hizo, claro, y lo pagó el cuadro mexicano. Podría decirse que Chivas de Guadalajara murió por ser incapaz de matar en el primer tiempo, y ésa es una ventaja exagerada para el New York Red Bulls de los conjurados optimistas. Y para opinar sin ataduras. De este New York Red Bulls que quiere ser protagonista…
