Fuente Oficina de Comunicación UEFA
SUIZA –En su décimo aniversario, el presidente de la UEFA y presidente de la Fundación UEFA para la Infancia, Aleksander Čeferin, evalúa el amplio impacto de la organización:
Aleksander, ¿qué significa para ti la Fundación UEFA para la Infancia?
La labor de la Fundación UEFA para la Infancia transmite un mensaje contundente: millones de niños en todo el mundo necesitan ayuda y no debemos dejarlos atrás. Va más allá del profundo compromiso de la UEFA con la responsabilidad social: se trata de defender a los más vulnerables y usar el fútbol como catalizador para animarlos, inspirarlos y empoderarlos.
Reflexionando sobre la última década, ¿cuáles son algunos de los logros más significativos de la Fundación UEFA?
Hemos llegado a casi cinco millones de niños que viven en condiciones difíciles y precarias en tan solo diez años. A través de 500 proyectos en casi 140 países, la Fundación ha llevado esperanza, alegría y un cambio real a numerosas comunidades que más lo necesitaban. Estamos orgullosos del impacto global logrado, pero lo vemos solo como el comienzo.
¿Puedes compartir algún momento o proyecto memorable que se destaque personalmente para ti?
Dos de ellos permanecerán en mi memoria para siempre, ambos con un tremendo impacto emocional. Uno es la visita al campo de refugiados de Zaatari. Ver a esos niños allí, despojados de todo lo que un niño debería tener, incluida la esperanza, pero iluminados con una gran alegría y pasión por el fútbol, fue asombroso.
Otro recuerdo impactante es la visita a la Fundación Aliguma en Uganda: fue profundamente conmovedor presenciar cómo la empatía y la resiliencia locales se arraigan a través del fútbol.
En ambos casos, fue una experiencia que les cambió la vida. Estos niños no tienen nada en este mundo, pero sonríen, juegan, cantan, bailan. Y lo más importante, sueñan. Tales imágenes son imposibles de ver en las regiones más modernas del mundo actual. Es un recordatorio conmovedor de que la felicidad nace de adentro.
La Supercopa de la UEFA se ha convertido en una celebración anual de la Fundación. A lo largo de los años, has conocido a jóvenes verdaderamente inspiradores…
Absolutamente. Recuerdo cómo Loukia, una joven con discapacidad visual que conocimos en la Supercopa de Atenas, demostró una valentía y una gracia extraordinarias. Y Oliwia, una joven amputada que conocimos en Varsovia nos inspiró a todos con su fuerza y determinación.
También recuerdo a Ali Turganbekov, un niño kazajo que nació sin ambas piernas, quien entregaba las medallas junto a mí en Estambul. Me dijo que ganaría la medalla paralímpica para su país en natación, y por lo que sé, hoy va camino de lograrlo. Podemos aprender mucho de estos niños y su valentía.
¿Hay algún plan para llevar esta actividad a nuestros otros eventos y finales?
Sí, por supuesto. Planeamos expandir estos esfuerzos a más eventos y finales, asegurando que el espíritu de la Fundación siga brillando dondequiera que el fútbol nos reúna.
¿Qué supuso para usted el hecho de estar involucrado en el fútbol cuando era niño?
El fútbol me dio alegría, amistad y un sentido de pertenencia durante mi infancia. El juego ofreció lo mismo a todos los que crecimos en las calles de Yugoslavia. No teníamos mucho, pero un simple balón, a menudo casero, y dos piedras a cada lado del campo improvisado era todo lo que necesitábamos para ser felices. Aprendí mucho sobre trabajo en equipo, disciplina y moral. El fútbol también me enseñó mi espíritu competitivo y cómo usarlo para el bien común. El fútbol siguió siendo el amor de mi vida durante todos estos años, y tengo el privilegio de trabajar por su bienestar.
¿Qué importancia tiene para la Fundación brindar oportunidades y esperanza a niños de todo el mundo, y no sólo de Europa?
El fútbol es un idioma global, y también lo es nuestro compromiso. El deporte rey no conoce fronteras, y es lógico que la Fundación apoye proyectos más allá de Europa. Creemos que es nuestra responsabilidad ayudar a todos los niños que podamos; hay niños necesitados en todo el mundo. El mundo nunca ha estado tan unido y conectado como hoy, pero a menudo la gente se siente muy sola. El fútbol es una excelente manera de recordarles lo divertido que es formar parte de algo más grande que nosotros mismos.
¿Qué importancia tienen las alianzas que ha forjado la Fundación, así como el apoyo de otros patrocinadores y socios de la UEFA?
Las alianzas son esenciales para nuestro impacto, y estoy profundamente agradecido a nuestros socios por sus excelentes iniciativas y colaboración durante estos diez años. Gracias al apoyo incondicional de patrocinadores como FedEx y Pepsi, que nos acompañaron desde el principio, y de socios más recientes como Kaizen Foundation y Lidl, la Fundación UEFA ha crecido y ampliado el alcance de nuestros proyectos. Seguiremos trabajando arduamente para fortalecer estas alianzas, porque juntos podemos lograr mucho más.
¿Cómo debemos medir el éxito y el impacto de la Fundación y sus programas?
Nuestro lema es que cada niño puede ser un campeón. No necesariamente en los deportes, sino en la vida. Me complace escuchar las inspiradoras historias de nuestros niños que superaron las dificultades cotidianas y visualizan el futuro con más confianza y optimismo que antes. El camino sigue siendo difícil, pero su éxito inspira a millones de otros niños. Y con niños felices, las comunidades prosperan. El éxito también se refleja en el creciente interés de gobiernos, socios, jugadores e instituciones que ven el valor real y duradero de nuestra labor.
¿Cómo puede la comunidad futbolística en general (asociaciones nacionales, clubes, jugadores y aficionados) apoyar la labor de la Fundación?
Tenemos la suerte de contar con el increíble apoyo de toda la familia del fútbol, incluyendo las federaciones nacionales, los clubes y los jugadores. Este apoyo crece día a día, desde jugadores que participan en proyectos Dreams hasta embajadores como Ivan Rakitić y Eugénie Le Sommer. Para nuestro décimo aniversario, las federaciones nacionales han dado un paso al frente organizando proyectos sociales y eventos adicionales para apoyar a niños desfavorecidos en sus respectivos países. Lo que dije sobre los socios también aplica aquí: cuanto más trabajamos juntos, cuanto más alineados estén nuestros objetivos y acciones, mayor será nuestro impacto. Sigamos impulsando este movimiento juntos.
¿Qué consejo daría a otras organizaciones deportivas que quieran establecer bases similares?
Adoptar un enfoque holístico. Empezar escuchando a las comunidades, involucrando a todos los actores desde el principio (niños, escuelas, gobiernos, clubes y asociaciones nacionales) y pensar siempre en la sostenibilidad y el impacto a largo plazo. Muchos clubes ya cuentan con fundaciones, y sería maravilloso ver a más organizaciones deportivas incursionar en este campo con propósito y pasión.
¿Qué le depara el futuro a la Fundación al entrar en su segunda década? ¿Hay algo que espere con ilusión?
De cara al futuro, queremos aumentar nuestro apoyo a más proyectos, forjar nuevas alianzas y generar mayor conciencia y energía positiva en el mundo del deporte para conectar con aún más niños. Nos entusiasma involucrar a más entidades deportivas y seguir utilizando el fútbol, y el deporte en general, como motor de cambio positivo.
Para finalizar, ¿de qué te gustaría hablar sobre la Fundación en su 20º aniversario?
Los niños son un espejo. Reflejan el mundo que ofrecemos, pero uno magnificado. En nuestro 20.º aniversario, espero que hablemos de cómo la imagen del mundo que vemos hoy ha mejorado y de que tanto la UEFA como su Fundación han crecido, no solo en tamaño o reputación, sino también en corazón, humanidad y devoción por los niños de todo el mundo. Con esperanza en sus corazones y las herramientas adecuadas en sus manos, pueden construir, y construirán, un futuro mejor.
