WASHINGTON DC –Ya ni la suerte está a su favor. Esa que muchas veces le salvó la noche, y ahora el camino del equipo capitalino se le tornó nublado. En una fatal actuación, el equipo tan solo pudo empatar 1-1 ante el New York City FC. Vergonzoso, se le mire por donde se le mire.
Y no se pretende desmerecer lo actuado por New York City FC, a todas luces hizo un buen negocio, sino intentar buscarle una explicación al accionar del equipo capitalino que pareciera que no hay una estrategia en su juego.
Si DC United, pensó que su antagonista saldría con respeto, se equivocó, pero New York City FC impuso su juego en el Audi Field ante 19,215 espectadores que se fueron decepcionados, ya que desde los primeros minutos se olvidó que era local para irse al ataque, forzando jugadas peligrosas ante la total desarticulación de la defensa “neoyorquina”.
Muchos dirán que el culpable es el técnico Troy Lesesne. Pero, francamente, es “actitud” en los jugadores, importa muy poco si el equipo gana, pierde o termine humillado. Total, los jugadores saben muy bien que así estén a la mitad o últimos en la tabla. Lo de New York City FC nos dice que lo actuado por sus futbolistas es para resaltarlo con letras grandes demostró que atraviesa por un extraordinario momento para convertirse en uno de los protagonistas de la MLS en los Playoffs.
El nerviosismo del arquero Alex Bono se desnudó a los 31 minutos de la primera mitad cuando se rompe el empate a favor de la visita. Cuando Santiago Rodríguez remato un potente derechazo al corazón de las redes del “paralizado” Bono, el balón ingreso por el ángulo superior izquierdo para el 1-0 que se pintaba en el coloso del Audi Field.
En el complemento una esporádica reacción de los capitalinos provocó ciertas situaciones de gol, desperdiciadas en forma inconcebible cuando los delanteros estaban solos frente al buen arquero Matt Freese.
La visita mantenía el ritmo inicial. Se apoderó del mediocampo para llegar en forma contundente al área capitalina.
Sobre las postrimerías de la etapa complementaria cuando transcurrían los 67 minutos el juez central Ramy Touchan de paupérrima actuación decreto la pena máxima a favor del cuadro local, la sanción fue ejecutada por Christian Benteke le pego el balón al flanco derecho puso el empata ante la euforia de toda la hinchada y la banca capitalina.
Luego del empate la visita intentó y buscó aumentar el marcador y creó innumerables ocasiones ante un DC United confiado que jugó con mayor discreción, como defendiendo el empate.
Los locales necesitaban cambios que le dieran mayor dinámica a la zona medular. Se “oxigenaron” con los ingresos de Ted Ku-DiPietro, Matti Peltola y Russell Canouse, pero terminaron arrinconados en su zona defensiva.
Este accionar disminuyó las posibilidades de los pupilos del estratega local. Cubrir el espacio dejado en la defensa les cortó opciones para salir con facilidad al ataque ordenadamente.
New York City FC sacó provecho a este momento de incertidumbre. Llegaba con facilidad, como si se encontrarán en su casa siendo la visita.
El zaguero neoyorquino Thiago Martins, uno de los mejores hombres en el campo, quería cerrar con broche de oro su presentación a los 88 minutos del complemento una salida en profundidad desde el mediocampo culmina en un potente remate, que estrelló el balón en el travesaño.
Los capitalinos siguen en trance. Mientras tanto, en el ambiente vuelve a flotar la misma pregunta, aquella que prevé el triste futuro que alguna vez condenó al DC United al fondo de la tabla…