EAST RUTHERFORD, NJ –Al FC Barcelona. No le sobró nada, solo necesitó del doblete de Pau Víctor a los 42 y 54 minutos y puso los paños fríos al cuadro ‘galáctico’ del Real Madrid para el 2-1 y llevarse el clásico en la casa del ‘Tío Sam’ ante 80,500 espectadores que abarrotaron el MetLife Stadium totalmente de ‘Merengues’ y ‘Culés’.
El primero llego cuando Robert Lewandowski recibe un centro dentro del área chica y habilita a Pau Víctor quien de cabeza puso el 1-0 descolocando al meta galáctico Thibaut Courtois puso al ‘Barca’ adelante 1-0 a los 42 minutos, pero al margen de esas circunstancias propias del juego, el equipo azulgrana crece en confianza y cuando transcurrían los 54 minutos del complemento un centro de Alex Valle por la banda derecha habilita dentro del área a Pau Víctor quien solo coloca el balón al fondo de las redes del cuadro galáctico para el 2-0 ante la euforia de toda la hinchada azulgrana y su doblete a su cuenta personal.
Luego el FC Barcelona se hace solidario, se sobrepone a los errores, cree en sí mismo cada día más. Lucha, corre, juega cuando puede, sufre con su gente que vive en territorio estadounidense que vino apoyarlo, pelea, respira, sueña y quiere más.
Curiosa esta nueva versión del FC Barcelona este, el sucesor de aquél 2021 cuando Lionel Messi era su gran figura… El del brillo. El de las goleadas impiadosas y frecuentes. El de los 27 títulos de Ligas. El de la gloria. Aquel equipo vistoso y contundente, seguro de sí mismo, intérprete del fútbol unánime y sin tiempos. Jugaba casi siempre, corría porque se juega corriendo, y simplificando su juego.
El viejo protagonismo de su meta Marc-André ter Stegen seguro en los tres palos o de Andreas Christensen asume el reto en la zaga azulgrana con Iñigo Martínez, con su orgullo a cuestas. Las garantías inviolables que extendía Pablo Torre están en manos del artillero Robert Lewandowski, a ver qué pasa. Los gritos innumerables que originaron Marc Bernal, Marc Casado y esencialmente el de Unai Hernández, pasea en estos días de nombre en nombre, buscando destino confiable de Raphinha y sin olvidarnos del juvenil Lamine Yamal [disfrutando de unas excelentes vacaciones].
Y FC Barcelona salió, va saliendo. Llega al clásico estadounidense —incluido el vigoroso empate ante Manchester City 2-2—. El asunto es cómo llega y la explicación no resulta demasiado misteriosa: con fervor, con fe en las fuerzas, aunque sean menos que antes. Con entrega absoluta. Con la convicción renovada de Robert Lewandowski, otro abanderado de la resistencia a caer, del Casado, jugando bien o mal, de Alejandro Balde y Pablo Torre cuando les toca estar en la cancha. Con actitud, en una palabra. Nada es más importante que eso para un equipo, por encima de planteos tácticos adecuados o no, de la suerte o la mala suerte, de las circunstancias imprevisibles y hasta de la categoría de sus integrantes como la de su figura Pau Víctor. Con actitud positiva, clara, un equipo es nada, o poco. FC Barcelona tiene eso, en esta etapa de calidad menguante, y con eso sobrevive.
Lo comprobó el cuadro merengue del Real Madrid, dominador intelectual del juego durante casi unos 45 minutos del complemento, dueño del desarrollo al vaivén de los toques de Luka Modric, las gambetas picantes del Endrick, la movilidad con criterio de Mario Martin y el orden de Antonio Rudiger, recuperando balones al fondo. Con ellos y la tendencia colectiva de presionar a FC Barcelona en el arranque, el conjunto de Carlo Ancelotti eligió tiempos y espacios, asimiló la desventaja inmerecida, intento el empate con maduración, pero solo fue eso, busco luego del gol de Nico Paz a los 82 minutos y pareció a punto de quedarse con todo. Pero no lo hizo, claro, y lo pagó como suele hacerlo desde hace meses. Podría decirse que murió por ser incapaz de matar, y ésa es una ventaja exagerada para el FC Barcelona de los conjurados optimistas que este martes 6 de agosto se enfrenta al AC Milán italiano en el M&T Bank Stadium de Baltimore para despedirse de su afición en los Estados Unidos y todo es más difícil. Todo cuesta más. Seguir, ganar, creer…
