WASHINGTON, DC –La selección Femenina de Estados Unidos empató en todo con Costa Rica ante 18,972 espectadores que abarrotaron el Audi Field vestido de fiesta. ‘La Sele’ le arruinó su mejor juego y alegrías de verano a las estadunidenses. La superó en defensa con altura y gran convicción para llevar adelante sus planes. Y, sobre todo, ilusionó a los pocos hinchas catrachos, con una consigna: estos XXXIII Juegos Olímpicos en Francia le tiene costar a Estados Unidos.
Las acciones comienzan con un partido trabado con pocas llegadas de gol en ambos arcos, recién a los 35 minutos, un pase de Crystal Dunn para la capitana Lindsey Horan esta remata y bloquea la guardameta Noelia Bermúdez, en otra llegada nuevamente la estadounidense Lindsey Horan realiza un remata, pero su disparo choca en el palo catracho salvándose Costa Rica.
Minutos después Trinity Rodman entra al área y saca centro para Mallory Swanson está sola y sin marca de manera increíble manda la pelota por encima del travesaño del arco ‘Tico’ defendido por Noelia Bermúdez.
Para el complemento la estratega Emma Hayes ajusta su formación y sale más incisivo a los 49 minutos empujando a Crystal Dunn al medio sector para generar un desborde de Sophia Smith centrando un balón para Lindsey Horan quien intenta una bicicleta sin éxito, luego el partido se hizo trabado y aburrido con Estados Unidos atacando y Costa Rica defendiéndose con muchas faltas en donde la jueza central Lizzet García se la paso llamando la atención, y en una de las ultimas jugadas la estrella del Washington Spirit Trinity Rodman remata desde fuera del área bloqueando la guardameta Bermúdez el balón, para ahogar el grito de gol.
Cual es la principal razón del empate en casa: El de Estados Unidos sobre Estados Unidos. El que no le sirvió, en definitiva, para ganarle a un Costa Rica defensivo. Descargó allí, en la mitad misma de la cancha, bronca y felicidad, rabia y alegría. Dejó al descubierto, en un segundo de explosión, todo lo que habían hecho para llegar a eso: para poner a Costa Rica a la misma altura, para jugar de igual a igual y también romper el equilibrio, para acabar con los fantasmas del pasado ante Estados Unidos, más propios que de nadie.
Los de afuera lo entendieron, parece. Y se sumaron a la desazón de la fiesta de no haberle ganado a Costa Rica, que más que eso. Por la forma en que lo hicieron, por lo que prometen hacer en los XXXIII Juegos Olímpicos en Francia cuando se enfrenten el 25 de julio en Nice a Zambia, tres días después a Alemania y el 31 de julio a Australia en Marsella.
¿Qué tiene Estados Unidos para llegar, a los XXXIII Juegos Olímpico de Paris tan soñado?
Tiene, primero, un plantel con nombres más que interesantes: Alyssa Naeher una meta con la calidad de simplificadora, aunque más de una vez se complique la vida con cosas que van más allá del juego; tiene a Trinity Rodman, y con mencionarla basta, ha Lindsey Horan, una brillante distribuidora de juego, pero que a veces lo exagera. Tiene a Mallory Swanson (Croix Bethune, cuando se la requiera) y Sophia Smith, para ajustar arriba, pero esta vez estuvieron con la pólvora mojada.
Pero, además, tiene claro a qué juega: porque su estratega Emma Hayes lo trasmite y porque nadie se la cree, porque han hablado de cambiar una mentalidad y en eso están, aunque las hinchas estadounidenses todavía se preocupen más por la falta de gol que, por el propio rendimiento de su equipo, en definitiva, lo único decisivo.
Porque Costa Rica sin la ayuda de nadie, eso está claro. Le empató gracias a su propio planteo defensivo, a su concentración, a su solidez, a su convicción, a su aplicación táctica, a su entrega sin límites de su guardameta Noelia Bermúdez quien ahogo el grito de gol 12 veces.
Eso es lo que trataba de explicar la estratega Emma Hayes al final, de esta nueva versión de las hijas del ‘Tío Sam’. Paris es el sueño: lograr el titulo propone un plato con mucho condimento…
