WASHINGTON, DC. –El New York Red Bulls, de Sandro Schwarz, no tuvo piedad contra su clásico rival DC United en su propia casa, y le clavo cuatro que pudieron ser más, pero en el estruendo de los petardos, del aliento incesante, podría decirse que la visita tiene muy claro lo que quiere esta temporada. Pero en el campo de juego quedó bien claro el presente muy diferente del nuevo estilo del Red Bulls.
Los dirigidos de Sandro Schwarz hilvanaron cuatro impactos que todavía resuena en el oído como un cachetazo a los 17,417 hinchas capitalinos y en cada rincón del Audi Field.
Entre los gritos hirientes de los pocos aficionados neoyorquinos “¡Hijos Nuestros!”, “¡Soy un Toro, un Toro yo soy!” y el aluvión de goles, la barra capitalina juntó presión, descargó su ira con todo tipo gritos al final de la primera mitad llegaba el primero (1-0) a los 47 minutos cuando Frankie Amaya habilito a Elías Manoel y este deja sin opción al meta capitalino Alex Bono.
El doble objetivo de la capitalinos era que Red Bulls no pudiera festejar en paz y que los dirigidos del ex técnico del Red Bull Troy Lesesne supieran que ellos les daría batalla, pero cuadro capitalino se veía confundido, sin reacción, y que las pasadas derrotas tallaba en el resultado.
Sobre el fútbol:
Más allá de lo pasional, está claro que Red Bulls, con o sin Sean Nealis en la defensa, apunta a repetir la muy buena campaña potenciada por la conquista del título MLS. Mientras que Emil Forsberg y Lewis Morgan le daban autoridad al juego de la mitad de la cancha y a la llegada. Junto al despliegue de Frankie Amaya y al oportunismo de Cameron Harper, apareció un pase a los 52 minutos cuando Elías Manoel, centro para Cameron Harper, hiciera un golazo a la brasileña para certificar la goleada ante su eterno rival que remonta a 1996.
Después del segundo gol DC United estaba con la pólvora mojada el goleador Christian Benteke era neutralizado por el zaguero Andrés Reyes. Pareciera que el equipo se quedaba sin rumbo y sin fe. A la espera de algún refuerzo providencial que por las dificultades para convertir a pesar del descuento del zaguero Lucas Bartlett a los 65 minutos.
Sobre paternidades:
Con la goleada en la semana de rivalidad, New York Red Bulls ratificó su paternidad en el clásico sobre el cuadro capitalino. El 4-1 fue el segundo triunfo consecutivo de los ‘Toros Rojos’, que había ganado por 4-2 al New England Revolution (goles de L. Morgan, E. Forsberg, E. Manoel y C. Harper).
El último punto del DC United fue el 4-1 de visita al Atlanta United se pensó que este triunfo inyectaría un mejor resultado.
La paternidad de New York Red Bulls se ratifica aún más si se considera que de los últimos cuatro clásicos (entre partidos oficiales) los gano, mientras que DC United sólo pudo empatar uno, el encuentro revancha por la Liga MLS el 7 de julio, cuando empataron 0-0 en los 90 minutos, pero luego perdió en la US Open Cup.
Sobre el césped solo quedó el sudor
El esfuerzo casi agónico por cambiar un panorama futbolístico que sigue siendo lamentable. Y tal vez eso sea lo más rescatable del DC United en este campeonato que se va consumiendo poco a poco: las ganas, los deseos. Porque el fútbol sigue en cero y sin solución a la vista.
DC United apenas tuvo ganas con el difícil Red Bulls. Y a unos días del encuentro ante el super líder del campeonato el Inter Miami, del argentino Lionel Messi y el goleador Luis Suarez no es el mejor resultado, precisamente. Está perdiendo posiciones en la tabla y con la sequía de fútbol quiere reemplazarlo con el puro fervor…
