NEW YORK. -Para DC United todo fue una pesadilla. 101 minutos lamentables en los que el equipo quedó humillado. Un juego paupérrimo y un resultado que fue una cachetada al orgullo capitalino. DC United cayó cumplida la cuarta fecha en la Liga MLS. New York City FC lo apabulló 3 a 2. Y el equipo del estratega Wayne Rooney nunca fue un rival de cuidado para los neoyorquinos. Ahora empieza a quedar relegado del puntero del torneo y su panorama es oscuro.
New York City FC hizo un gran partido. Y eso es destacable. Pero quedó una duda muy grande respecto al DC United. ¿El sistema de defensa en línea no da más o hay jugadores que no deberían estar en el equipo? DC United fue humillado el sábado pasado. Y requiere una solución urgente a la nebulosa futbolística en la que ha ingresado.
Apenas a los 17 minuto y medio de juego, el cuadro neoyorquino ya se codeaba con el festejo cuando Braian Cufrehabilitó al atacante Talles Magno quien se proyectó por la izquierda y de un disparó cerca del área encontró al golero Tyler Miller descolocado el balón se perdió en el fondo de las redes de los capitalinos para convertir el 1 a 0. (el VAR reafirmó el tanto)
DC United casi no había tenido contacto con la pelota y ya perdía el partido. Y el correr de los minutos demostró que el gol en contra fue un duro golpe que el equipo no supo asimilar.
Y New York City FC tomó confianza con el gol. Las proyecciones de Matías Pellegrini eran incontenibles y hacía lo que quería cuando enfrentaba a Derrick Williams.
Pero lo mejor del equipo neoyorquino estuvo en sus ataques. Por qué el zaguero Steven Birnbaum fue la “aduana” por donde pasaron los balones para llegar al arco capitalino. DC United no aparecía. Y New York City FC se dio cuenta de que podía tener más alegrías en el partido.
Sus ataques propiciaron un contragolpe desde la banda derecha a los 37 minutos de la primera mitad. Y fue Gabriel Pereira cuando habilito a Santiago Rodríguez quien envió un remate fuerte descolocando al estéril esfuerzo del meta capitalino Miller. Golazo. New York City FC ganaba 2 a 0 y superaba ampliamente a un DC United que parecía destinado a perder sin remedio.
En el complemento el estratega Rooney se dio cuenta que DC United requería orden. La imprecisión de la primera parte debía cambiar.
Entonces hizo tres cambios en el reinicio. Ingresaron Jacob Greene por Ruan; Pedro Santos por Nigel Robertha y Víctor Palsson por Russell Canouse. Y DC United creció. Ahora tuvo más fuerza ofensiva e Christian Benteke pareció encontrar un mejor socio en el ataque.
Además, Mateusz Klich pidió la pelota y empezó a desplegar su talento. El zurdo le dio fútbol a la volante y cada pase suyo generaba peligro en la defensa rival.
Los neoyorquinos sintieron el cambio de actitud de los capitalinos. Y no tuvo respuestas. Por eso a los 46 minutos de inicio del complemento, Benteke venció al meta Barraza para el 2 a 1 transitorio.
Con ello, el equipo capitalino manejó mejor el cotejo. Theodore Ku-Dipietro y Chris Durkin tuvieron más confianza para sus proyecciones y New York City FC contribuyó al dominio capitalino, porque se olvidó del buen rendimiento de partidos anteriores.
Pero a los 88 minutos del complemento DC United denotaba no sólo incomprensión sino agotamiento. Prácticamente no generaba peligro en el arco del meta local.
Y en New York City FC ocurría lo contrario. Los neoyorquinos estaban empecinados en realizar su mejor partido en la cuarta fecha.
Thiago Andrade fue el verdugo de Miller no tuvo inconvenientes y estableció el 3 a 1. Sólo al minuto 92, es decir, faltando escaso tiempo para culminar el partido, Steven Birnbaum acorto del marcador para el 3 a 2 definitivo, pero los minutos finales les facturó el resultado final.
DC United era humillado en el Yankee Stadium-Bronx de New York. Y todo terminó así. Para DC United fue una pesadilla. Terminó humillado y le dieron una cachetada a su orgullo.